Si hay algo para lo que no necesité nada de ayuda fue para dar el salto a hacer este gran viaje que recién empieza, las ganas las tengo desde hace muchos años y la motivación es tan personal que no sé ni cómo compartirla. Casi a un mes de mi llegada a Nueva Zelanda, me siento a escribir o al menos a recopilar algunos tips o claves que me ayudaron un montón y que quiero compartir.
Para entrar a Nueva Zelanda necesité solicitar una visa llamada Working Holiday la cual te permite trabajar en el país por un año, saliendo y entrando las veces que quieras. Al tener pasaporte italiano, el trámite fue más sencillo porque, al no haber límite de cupos anuales, los tanos pueden aplicar sin ningún problema a este glorioso permiso (gracias mamá por hacerme la ciudadania a tiempo). En el caso de que seas argentino, no desesperes e informate bien cómo hacer para sacarla. Los cupos abren una vez al año en septiembre y, aunque es difícil obtenerla por la cantidad de gente queriendo viajar, no es imposible, y cada año hay 1000 afortunados que lo consiguen y pueden vivir una de las mejores experiencias de su juventud. (Para ingresar a la página y llenar el formulario entra acá). Hay muuuchas paginas que te enseñan cómo completar el formulario que está en inglés por si no sabés cómo o tenés dudas. Hay varias restricciones tanto para argentinos como para italianos u otras nacionalidades y difieren un poco dependiendo de donde sos (edad hasta la que podés aplicar, cuántos meses podés trabajar con un mismo empleador, si tenés que hacer examen médico, etc.).
Apartado importante: (En caso de que no hayas podido sacar la visa Working Holiday, hay otras maneras de viajar igual a Nueva Zelanda y hacer una experiencia parecida… una de ellas es tomar un curso de inglés o de algún tema que te interese y así sacar una visa de estudiante que permita trabajar. Por ejemplo, una amiga viajó a hacer un curso de vitiultura y, al terminarlo, se puso a trabajar.)
Una vez que poseés la visa (habiendo mandado los requerimientos de rayos X y visitado al médico pertinente), tenes un año entero para entrar a Nueva Zelanda. Y desde el día en que comenzás a usar tu visa (es decir, pisas el país), tenes un año para trabajar de corrido y para viajar todo lo que quieras! A penas llegas al país deberás abrir una cuenta de banco con tu pasaporte, número de CUIT de argentina, tu visa impresa y algunos otros requerimientos muy sencillos y luego de eso, aplicar para el numero IRD que te habilita a trabajar y a pagar impuestos.
Llegarás muy posiblemente a Auckland y desde allí podrás elegir a dónde vas a instalarte primero para empezar a trabajar. Muchos llegan y primero viajan… recorren bastante con ahorros que traen y luego comienzan a trabajar. En mi caso, al llegar finalizando el otoño, preferí trabajar durante el primer tiempo para que, cuando los días sean más largos y haga mas calorcito, tener dinero y tiempo para viajar y recorrer! Cada uno arma su vida y su visa como quiere. Tenemos un año para disponer de este hermoso país y hacer valer todo lo que costó llegar.
Si te sentís lo suficientemente independiente o si viajás en grupo, podes ir planificando todo con ayuda de blogs o páginas en internet. Pero si necesitás un impulso, ayuda o simplemente compartir experiencias, miedos y alguna que otra cerveza, hay muchos grupos de viajeros en la misma que vos, queriendo hacer amigos. Yo me uní a un grupo de whatsapp en el que se forman re lindas amistades. Hay un grupo de Facebook también que tiene respuestas a casi todas las preguntas que tengas antes de viajar y durante el viaje.
La gran mayoría de los trabajos son temporales y se rigen dependiendo la época del año. En verano están las cherries en el sur y las manzanas en el este. En el otoño los kiwis. En el invierno los centros de esquí y en primavera las granjas (farms) con el nacimiento de los terneros. Esto es lo que casi todos los que van a viajar saben, pero cuando llegás acá, la realidad es otra. De repente te encontrás con mucha gente trabajando en viñedos en varias partes del país, o surge que la temporada de kiwis se extiende más de la cuenta, o que no hay tanto trabajo en centros de esquí como parecía y terminás en el invierno trabajando en una granja. O que un amigo de un amigo te ofrece trabajo en una construcción. Trabajo hay mucho, hay que saber moverse. La mayoría es trabajo físico pero también hay de oficina. Hay que estar alerta, hacer amigos, contarle a la gente que estás queriendo cambiar de trabajo, siempre hay alguien queriendo ayudar o conectando personas.
Si hay algo que es muy importante en Nueva Zelanda es tener auto. O al menos vivir con alguien que tenga. Saliendo de las grandes ciudades (Auckland y Wellington), el transporte público es casi nulo. Te podés mover por el centro pero muchos de los trabajos son a las afueras y el entusiasmo de estar haciendo dedo para ir a trabajar, puede durarte un par de semanas. Por eso es re importante que tengas la licencia de conducir de argentina vigente y que hagas el carnet internacional. Comprar un auto acá es demasiado fácil… sólo una visita al correo más cercano, completar un papelito con tus datos y pagar NZD 9. Ya está, el auto es tuyo!
Hay algunas cosas que te pueden ayudar a encontrar mejores trabajos, el nivel de inglés es una. Pero también hay mucho trabajo para los que no saben ni decir Hello. Es una ayuda pero no un limitante, y eso está buenísimo! Otro tip es, si te interesa, sacar la licencia de forklift (la maquinaria que se usa en todo el pais para el transporte de pallets, producción, etc.). El curso es muy sencillo y te habilita para trabajar en varias industrias, con un sueldo un poquito mejor que el mínimo y un trabajo no tan agotador.
Por último, lo que recomiendo un montón es que conozcan el lugar donde viven. Viajen por los alrededores, vayan a tomar mates a la playa o a las plazas. Hagan viajecitos por el día o por el finde a puntos cercanos. Van a encontrar que es un país en el que las cosas lindas siempre están cerca, los paisajes varían pero casi siempre tenés un río, una linda cascada o una caminata interesante por algún bosque. Disfruten de su visa y de su vida. Si están leyendo esto, probablemente ya les haya picado el bichito de los viajes y si no es así, búsquenlo. Te contagia muy rápido de felicidad extrema!